A partir de los dos o tres meses el bebé comienza a babear, y no por mamá y papá precisamente, sino porque a esa edad se activan las glándulas salivares.
Si bien el babeo es algo natural y salvo el reguerillo de saliva en la ropa y las cosas, no afecta la salud del bebé, salvo la irritación en la piel debido a la acidez de la saliva. Asimismo, la piel del bebé puede escaldarse y enrojecerse por la humedad constante.
El babeo ocurre porque el bebé aún no es capas de tragar la saliva que produce. El babeo puede perdurar por dos años, incrementándose especialmente cuando empiezan a salir los dientes de leche, alrededor de los cinco o seis meses de vida.
La saliva es ácida, y al tragarla puede hacer que la orina y las heces sean también lo sean, lo que resulta en irritaciones o escaldaduras. La irritación puede agravarse por el roce de la ropa y los restos de alimento en el cuello, que lo dejan a merced de hongos y bacterias.
Contra el babeo, un buen babero de algodón te ayudará a mantener su piel limpia y seca. También vigila su pañal, cámbiaselo con más frecuencia, échale cremas y déjale el traserito al aire para que se refresque.
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